Materias Primas Críticas 

Las materias primas críticas y estratégicas (Critical Raw Materials) son recursos naturales esenciales para el desarrollo económico, tecnológico e industrial de un país o región. Se consideran críticas cuando cumplen dos condiciones: (1) tienen una alta importancia económica, por su papel clave en sectores como la transición energética, la tecnología digital, la defensa o la movilidad sostenible; y (2) su suministro está expuesto a riesgos elevados, ya sea por su escasez geológica, su concentración en pocos países productores o por inestabilidades geopolíticas. Por ejemplo, el litio, el cobalto, las tierras raras, el grafito o el magnesio están en esta categoría.

Por otro lado, algunas materias primas se consideran además estratégicas, es decir, resultan fundamentales para la autonomía industrial y la soberanía tecnológica de una nación. Estas materias primas no solo son críticas por su disponibilidad limitada, sino que también son esenciales para garantizar el liderazgo industrial y la seguridad nacional. Por ello, muchas economías —como la Unión Europea, EE. UU., Japón o China— impulsan políticas activas para asegurar su acceso y reducir la dependencia de terceros países.

La Comisión Europea, por ejemplo, actualiza periódicamente una lista de materias primas críticas. En su estrategia de 2023, se destaca la necesidad de diversificar el aprovisionamiento, fomentar el reciclaje y el desarrollo de capacidades internas en extracción, procesamiento y refino. También se prioriza la colaboración internacional y el impulso a economías circulares para mejorar la resiliencia del sistema productivo.

La identificación de estas materias primas tiene implicaciones en políticas industriales, de innovación, comercio exterior y sostenibilidad. Su acceso seguro se ha convertido en un elemento geoestratégico, especialmente en el contexto de la transición energética y la digitalización global.